Me di cuenta de que empecé a tener problemas de salud, como que la comida no pasaba bien, especialmente la comida espesa. Así que fui a un tipo en Manhattan. Me dijo: «No te asustes si te doy un mal diagnóstico. Es un cáncer de esófago inferior que necesita una cirugía mayor.» Empezaron a darme quimioterapia y luego me operaron. Después, me hicieron un análisis de sangre y los marcadores tumorales seguían siendo altos. Así que investigué en Internet y descubrí esta clínica en España, que ofrece terapia con células dendríticas. Tuve un buen presentimiento, ya que utilizan tu sangre, lo que significa que no se trata de una simple píldora o inyección, sino de una solución personalizada. Así que cogen un trozo de ti, lo trabajan, para que luego el tratamiento te reconozca. Hay diferentes células en el cuerpo humano que te protegen. Las células dendríticas son las más grandes. Luego tienes células T, células B, células asesinas y Dios sabe qué otras células. Así que la idea es mejorar cada célula del sistema inmunológico para que reconozca las células tumorales. Básicamente, se trabaja con un sistema inmunitario modificado. Después de la DCT me hicieron una endoscopia, así que miraron dentro de mi cuerpo, y ya no vieron ningún cáncer. El informe decía que no había cáncer. Mis marcadores tumorales empezaron a bajar. Cuando me operaron sí que encontraron algunas células en algunos tejidos locales circundantes cerca de los ganglios linfáticos, pero no encontraron el tumor. El tumor había desaparecido, porque tumor significa muchas células. Mi conclusión es que Immucura sí funciona, sí elimina las células tumorales. Así que es muy útil. Esa es básicamente la historia.